20 ago 2012

FEDERICO GARCIA LORCA






FEDERICO GARCIA LORCA (1898-1936)

        El 19 de Agosto de 1936, un mes después del inicio de la Guerra Civil, Federico Garcia Lorca era fusilado en Viznar (Granada) poniendo fin a una de las figuras representativas de lo que se conoce como Generación del 27.
        Federico nace en el seno de una familia de posición económica desahogada un 5 de junio de 1898 en el municipio granadino de Fuente Vaqueros. Posición que le permite obtener una cuidada formación que le llevó a Madrid a cursar estudios de Derecho, profesión que nunca ejerció, pero que le ofreció la oportunidad de conocer a escritores y artistas de la talla de Dalí, Buñuel y Emilio Prados entre otros, consolidando su ya bien patente vocación artística.
        Pero la intención de estas letras no es dar a conocer su biografía, sino ofrecer mis respetos a un artista polivalente y de inteligencia lúcida, con una capacidad creadora por encima de cualquier discusión, que le llevó a ser músico, dibujante no profesional, director de escena, excelente recitador, poeta sensible y dramaturgo comprometido, y que unas mentes limitadas pusieron fin a su vida  simplemente por no compartir sus ideales políticos, por rencillas personales entre caciques o por dejar abiertamente claro su tendencia sexual. Algo que desgraciadamente se viene repitiendo a lo largo de la historia una y otra vez.
        Curiosamente la obra de Garcia Lorca se centra en dos cosas “amor y muerte”. Premonitorias quizás, pues el amor a su tierra Granada le hizo desoír los consejos de sus amigos para que no volviera a ella, decisión que le llevó a la muerte,  reflejada en su obra teatral sobre todo, porque quizás la sentía tan cerca que no se atrevió a esquivarla.
        Como muestra de su obra y mi respeto. Dejo este pequeño soneto “Llagas de amor”,  su historia de un amor imposible. Y porque considero que el amor y la muerte van unidos. Se ama y se muere, se muere y se ama. Un amor no correspondido nos hace morir  poco a poco; un amor correspondido nos mata de otra forma, pues ya no somos los mismos y morimos poco a poco sufriendo por no perder ese amor correspondido. Pero ¿acaso hay algo mejor que morir de amor? Yo creo que no.


Llagas de amor
Esta luz, este fuego que devora.
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora.

Este llanto de sangre que decora
lira sin pulso ya, lúbrica tea.
Este peso del mar que me golpea.
Este alacrán que por mi pecho mora.

Son guirnaldas de amor, cama de herido,
donde sin sueño, sueño tu presencia
entre las ruinas de mi pecho hundido.

Y aunque busco la cumbre de prudencia
me da tu corazón valle tendido
con cicuta y pasión de amarga ciencia.

Federico Garcia Lorca


Jesús Coronado (Jecobe)  2012

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